
Ayer, 22 de octubre, hicimos a pie el recorrido entre la estación de Bétera y el Campo de Concentración de Portaceli, actual sanatorio Doctor Moliner. El mismo trayecto que realizaran miles de presos republicanos, llegaban a la estación de Bétera procedentes de otras prisiones y de otros campos de concentración como el de la plaza de toros de Valencia que se habilitó como tal al poco de que las tropas franquistas ocuparan la ciudad, como el de Villanueva de Castellón o de Soneja, y los que vinieron (cerca de 12000) desde el campo de Albatera, en Alicante, donde habían sido encerrados miles de republicanos que quedaron atrapados en el puerto de aquella ciudad, en octubre del 39 cerraron ese campo de Albatera por las condiciones de insalubridad en las que se encontrabalos presos. Y los cargaron en vagones de ganado, y así hacinados, como “animales humanos”, como dirían ahora las autoridades sionistas de Israel, sin apenas ventilación, sin alimento ni bebida, sin lugar donde hacer sus necesidades, llegaron a Valencia y desde allí por la vía estrecha hasta Bétera.
Hemos querido así, al recorrer estos 9 kilómetros ponernos por un momento en su piel, pensar en ellos. Recordarlos.
Durante el recorrido nos ha acompañado el grupo Estrella Roja con nuestros himnos, su tabalet y dolçaina.





Fotografías de Vicente Carrión
A las puertas del actual sanatorio un grupo de albaes formado por la versaora Mariàngels Marqueño Rozalén, los cantantes Amèlia Gimeno Fambuena y Jacint Hernández Escorihuela, la dolçainera Amparo Navarro Villar y al tabal Yolanda Iniesta Montesinos, rindieron un emotivo homenaje a las personas que allí tanto sufrieron la represión franquista, a continuación se realizó una ofrenda floral, ante la placa colocada en 2012 por los compañeros de la Asociación Stambrook (gracias Rafa Arnal) y el ayuntamiento de Serra











Fotografías de Vicente Carrión
Con posterioridad, en un área recreativa próxima, se realizaron los parlamentos y una comida de hermandad. Entre las intervenciones destacamos las de los familiares de presos:
Lourdes Adam es nieta de Manuel Mas, que murió prisionero en Portaceli el 20 de mayo de 1942 «después de tres años, un mes y un día encarcelado». «Sé que lo pasó muy mal aquí», cuenta, en declaraciones remitidas a Europa Press, al tiempo que explica que la familia consiguió -«no sabemos muy bien cómo»- recuperar su diario, en el que escribía poemas «de amor, a la libertad, de angustia por sus hijos y su mujer» y «de humor» en los que se refería a la muerte como «La Pepa» o a Franco como «El Gavilán».
«Es lo que nos queda de él y así es como he conocido yo a mi abuelo, a través de sus escritos», apunta Adam, quien recuerda la primera vez que visitó Portaceli con su hermana y su sobrina: «Me impresionó mucho. Es un edificio que transmite historia de la mala». Asegura que ha participado en la marcha para «reivindicar» la memoria de su abuelo y «hacerle un homenaje a él y a otros nuestros abuelos y abuelas».
Ernesto Rodrigo, sobrino-nieto de Germán Guillén Benajes, destaca que su tío fue director del Hospital de Sangre de Viver y formó parte de parte del personal del Hospital Internacional de Ontinyent antes de ser encarcelado en el campo de concentración tras acabar la guerra.
Detalla que en Portaceli «recluyeron a muchos médicos» que «comían en el suelo» porque los consideran «los más perros de todos por haber salvado a muchos republicanos». Aún así, su tío estaba «agradecido», pues aseveraba que «los médicos estaban acostumbrados a vivir con la muerte y con la sangre» y que les dieran la comida en el suelo era «casi un halago: ‘Por lo menos tenemos para comer’, decía».
Maria Palau, mediante un escrito, recordó a su tio abuelo Rafael Giménez Mateu y a su bisabuelo Pepe Costa Lacosta, encerrados ambos en Portaceli, una historia a la que ella ha llegado muy recientemente. Quiso recordar tambien a las mujeres valientes de su familia que rompieron su silencio con ella, su abuela Eugenia y su tía Victoria. Esas mujeres, que escribia Maria, plantaron cara al terror que las perseguía desde su infancia, cuando se vieron marcadas por una anotación en su cartilla de escolaridad que recordaba una y otra vez que “no tiene la ficha azul”, para comenzar a dar respuestas a una niña preguntona y algo repelente con una insaciable curiosidad».
Intervino Lucila Aragó de nuestra asociación, enlazando la lucha por la memoria y el reconocimiento de los presos en el Campo de Concentración de Portaceli, con la represión que se extendió a lo largo de la dictadura y la transición y las exigencias pendientes de Justicia, para conseguir una democracia decente, que condene expresamente a los responsables de los deleznables crímenes franquistas.
En representación de otras entidades convocantes y colaboradoras tomaron la palabra Juan Ramón Ferrandis de CGT, Antonio Infante de Decidim y Antonio Mariño por la CNT.
Terminamos con un alegato en solidaridad con el pueblo palestino victima de un terrible genocidio, un exterminio que viene de lejos, pero que no nos deja indiferentes.
Las intervenciones estuvieron amenizadas con magnificas albaes y terminaron con la interpretación de la Muixaranga
Con posterioridad disfrutamos de una excelente comida al aire libre que nos permitió compartir abrazos, alegría y ganas de continuar trabajando por la Verdad, la Justicia y la Reparación












Fotografias de divers@s compañer@s
GRÀCIES A TOTS I TOTES PER PARTICIPAR, ENDAVANT!!!!
https://valenciaplaza.com/familias-presos-portaceli-franquismo-marchan-mantener-viva-memoria