De su biografía destaca su capacidad para sobrevivir con éxito en todos los escenarios del poder político y económico español desde los tiempos de la dictadura al presente, haber sido parte del escenario de represión y control social durante la Transición y verdadero artífice del arte amatorio entre las instituciones del Estado y la empresa privada. A lo largo de su actividad profesional, ha logrado tejer una red de alianzas suficiente que le ha facilitado zafarse de las acusaciones reiteradas de corrupción que le salpicaron desde los años de MATESA o de responsabilidades de violencia politica por el que le reclama, desde 12014, la Interpol.
Prosperó como falangista durante la dictadura, desde muy joven ocupó puestos destacados del régimen Tras la muerte de Franco estuvo presente en las más importantes operaciones políticas: formó parte del primer gobierno de Arias Navarro, más tarde se uniría a la UCD de Suárez para acabar en el PP. Su vida describe sus estrechos lazos con el poder y sus múltiples servicios desde los más variados sectores públicos y privados.

Fue determinante en sus puestos de Interior, en la represión policial contra las movilizaciones en tiempos de la Transición, en la adaptación de la policía franquista a la nueva realidad democrática y ha sido clave en asegurar los lazos del poder económico en sus viajes de la empresa pública de valor estratégico, a la privada, privatizando las ganancias en unos casos, como Endesa, y socializando las perdidas en otros, como en la SAREB. Ha sido un nombre repetido en empresas estratégicas, de energía y de comunicación, seguros, banca… pero no sólo. Datos del Registro Mercantil acreditan su paso por un total de 45 empresas durante los últimos cuarenta años. Martín Villa ha ostentado un total de 93 cargos corporativos desde 1990 [1] hasta la fecha.
Entre 1993 y 1997, Martín Villa formaría parte del Consejo de Control de Cajamadrid y algunas fuentes lo situan como el creador de las tarjetas para gastos personales de los consejeros de la caja, que derivarían en el escándalo de las “tarjetas black” dos décadas después.
En 2013 fue nombrado miembro del Consejo de Administración de la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) el banco malo. Se mantuvo como consejero del denominado ‘banco malo’, que asumió la gestión de los activos tóxicos de los bancos durante la crisis, hasta el 2018.
A pesar de sus años, de estar reclamado por la Interpol, por el proceso abierto por el Juzgado número 1 de Buenos Aires, por delitos de lesa humanidad, los diferentes gobiernos de España han impedido que la jueza Servini le tomara declaración. La última cita, frustrada, estaba prevista el pasado 20 de marzo de 2020.
A sus 85 años mantiene dos cargos corporativos. Desde junio de 2019, es miembro del consejo de administración de la multinacional Técnicas Reunidas, cargo por el que cobra una remuneración estimada de 115.000 euros brutos al año. El presidente de Técnicas Reunidas es José Lladó, íntimo amigo de Juan Carlos de Borbón y una de las mayores fortunas españolas, según Forbes. Cabe señalar y subrayar que Técnicas Reunidas se dedica a la construcción de infraestructuras petroleras y gasísticas y que ha firmado reiteradamente contratos con las diferentes dictaduras del Golfo Pérsico, con las cuales el rey emérito tiene una estrecha relación.
El político franquista también es vicepresidente de Initec, una filial de Técnicas Reunidas a la que comenzó a estar vinculado como consejero en 2010.
Hasta julio de 2019 además, permanecía como administrador solidario de Polinmarpe, una sociedad limitada dedicada a la “inversión en todo tipo de bienes inmuebles, tanto rústicos como urbanos” una empresa familiar de la que ahora se han hecho cargo sus hijos y a través de la que participan en Cliner , una empresa que fue creada en 1985 por varios dirigentes de Alianza Popular y que tiene como clientes entre otros, a administraciones públicas como la Entidad Metropolitana del Transporte de Valencia o el Gobierno regional de Cantabria, y bancos como el BBVA y Santander.
Martin Villa nació en 1934 en un pueblo de León. Estudió ingeniería industrial en la Universidad Politécnica de Madrid y pasó a formar parte del Cuerpo de Ingenieros Industriales de la Hacienda Pública. En 1961 ya era miembro de las Cortes franquistas por designación directa y lo fue hasta la última legislatura.
Fue Secretario General del Sindicato Español Universitario, desde 1962. En 1969, fue nombrado Secretario General del Sindicato Vertical, Organización Sindical Española, sindicato vertical. Fue también miembro del Consejo del Reino desde 1969. En 1974, cuando la situación política se tensaba con la proximidad del fin del dictador, ocupó el cargo de Gobernador de Barcelona.
En el momento del estallido del caso MATESA, entre 1973 y 1974, el escándalo de corrupción más sonado de los últimos años del franquismo, Martin Villa era presidente del Banco de Crédito Industrial.
Tras la muerte de Franco, fue ministro de Relaciones Sindicales, en el gobierno de Arias Navarro y con Suárez, ministro de Gobernación (Ministro de Interior). En 1977 fue senador por designación real y en las siguientes elecciones, diputado por León. De ministro del Interior con Suárez, en la UCD pasó a ser vicepresidente del gobierno con Calvo Sotelo, tras su investidura y el golpe de estado de Tejero. Su habilidad adaptativa es sorprendente.
Tras la disolución de UCD y su paso por el Partido Demócrata Popular, se integró en el PP y formó parte de su ejecutiva. Desde 1988 volvió al Congreso de los Diputados como diputado por Madrid hasta el fin de la VI legislatura en el año 2000.
En 1997 renunció al escaño al ser elegido presidente de Endesa por el SEPI (Consejo de Administración de la Sociedad Estatal Participaciones Industriales), tiempos de aceleración de procesos de privatización, con José María Aznar. En mayo de 2002 fue nombrado presidente de honor de Endesa y presidente de Endesa Italia.
En 2003 fue nombrado Comisionado del Gobierno para las actuaciones derivadas de la catástrofe del buque Prestige. Y, tras años de enfrentamientos con PRISA, en 2004, el propio Jesús de Polanco le nombró presidente de Sogecable.
Para completar con una guinda su profusa actividad en las puertas giratorias, en 2013 ingresó como miembro de número en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas con un discurso titulado “Claves de la Transición. El cambio de sociedad, la reforma en la política y la reconciliación entre los españoles”.
[1]https://www.elcritic.cat/investigacio/los-negocios-de-rodolfo-martin-villa-50995